Ya estamos metidos en faena con el inicio del Fancine, Festival de Cine Fantástico de la Universidad de Málaga (del 14 al 22 de noviembre). La primera parada era la gala inaugural y el filme que la acompañaba.
El largometraje Monstrum, producción de la mano de Taewon Entertainment y venida desde Corea del Sur, es la encargada de iniciar el certamen. Su director Huh Jong-Ho estuvo en la gala presentando brevemente su película.
En el vigésimo segundo año de Jung Jong (en el siglo XVI de la actual Corea), el pueblo está aterrorizado por los rumores que afirman haber visto una criatura monstruosa devorando humanos en el monte Inwangsang. Esto lleva al emperador Jung Jong a enviar al mejor hombre de su ejército a encontrar a esta bestia mítica.
Estamos ante una cinta que ofrece lo que puedes esperar de ella. Un entretenimiento con ciertos toques melodramáticos típicos del cine surcoreano. Además, de esa pequeña muestra de engaños y juegos sucios dentro del ámbito político.
Kim Myeong min (A day, Pandora, Open City), Kim In-kwon (The Divine Move, My Way), Lee Hyeri (Two Cops), Choi Woo-Shik (Okja) o Lee Kyung Young (Inside Men, The Merciless) son algunos de sus intérpretes. Reparto que cumple y que acompaña de buena manera a lo importante del filme: dar algo de empaque a la trama con un monstruo merodeando en las sombras.
Por otra parte, cabe destacar el monstruo y el gran trabajo que tiene detrás. Se nota que está realizado por ordenador, no obstante, sus movimientos y comportamiento se notan creíbles y recuerdan algo al Haetae o Xiezhi, criatura legendaria de la mitología coreana o china.
Monstrum es un largometraje sobrio sin grandes alardes, pero que cumple su cometido: entretener a todo costa y que aprendamos un poco más de la historia de Corea durante la Dinastía Joseon.
Lo mejor: Muy bien trabajadas las escenas de acción. Lo bien que se ve el Monstruo. Entretenida de ver. Duración ajustada. Su pequeña trama política y dramática. Reparto que cumple.
Lo peor: Alguna secuencia de humor con poca gracia. Su final es demasiado fantasioso.