Proseguimos con Fancine, Festival de Cine Fantástico de la Universidad de Málaga (del 14 al 22 de noviembre). La segunda parada e inicio del jueves es con Respeto, largometraje llegado desde Filipinas y con producción de Cinemalaya/Arkeofilms.
La dirección del filme corre a cargo del director y escritor Treb Monteras II. Su primera película llega al festival tras obtener premios tanto de crítica como de público. Un claro ejemplo de ello son los siete premios en el Cinemalaya Film Festival 2017, que incluye Mejor Película, Premio al Jurado NETPAC, Mejor Fotografía, Mejor Edición, Mejor Sonido, Mejor Actor de Reparto y Premio a la Elección del Público.
Hendrix es un adolescente que sueña con la grandeza del hip-hop, pero su vida está en espiral por el agujero del crimen y la pobreza hasta que conoce a Doc, un viejo poeta todavía perseguido por su pasado de la ley marcial.¿Pueden cambiar la vida de cada uno antes de ser tragados por su circunstancia?
Entrar en una sala de cine con poco conocimiento de lo que vas a ver y hacerlo solo por recomendación de algunas personas que la han visto puede ser un riesgo. Sin embargo, hemos acertado de pleno con el visionado de Respeto. Nunca deja de sorprender al espectador desde que se sienta hasta que se va. Además, todo lo que propone y muestra lo hace bien.
Por otra parte, su reparto cumple con creces y consiguen que sintamos sus problemas desde nuestra butaca. Todo esto da más empaque a una historia sencilla, pero bien hilada.
Respeto es de esas películas que son obligatorias de ver si os gusta un cine reivindicativo donde los personajes intentan superar sus adversidades de la mejor forma que pueden aunque lleguen a equivocarse. En cierta medida, nos recordó al filme dirigido por John Singleston y que tiene por título Los Chicos del Barrio. No obstante, Respeto tiene un estilo propio que la hace atractiva de ver y muy disfrutable.
Lo mejor: Tremendas batallas musicales. Su enfoque social y crítico. Reparto que cumple con nota. La gran escena del inicio. Ritmo que no decae.
Lo peor: Haberse cortado dos veces en la sala y perdernos unos minutos de metraje. Tener que esperar a que otro festival la proyecte o que alguien se anime a traerla a España.
La Colina de Raven 